Cuatro pasos para fomentar la participación y autonomía de mujeres mayores de 60 años

Eugenia Fernán-Zegarra, quien ha ocupado cargos importantes relacionados con los derechos de la mujer, señala que aunque las mujeres han logrado avances significat

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reveló que el 11% de las personas mayores de 60 años en América Latina y el Caribe enfrentan dificultades para tomar decisiones por sí mismas. Este problema se agrava en las mujeres de mayor edad debido a diversos factores, como la falta de oportunidades de desarrollo y los prejuicios arraigados en la sociedad.

Eugenia Fernán-Zegarra, quien ha ocupado cargos importantes relacionados con los derechos de la mujer, señala que aunque las mujeres han logrado avances significativos en diferentes ámbitos, aún queda mucho por hacer para abordar adecuadamente la situación de las mujeres mayores, que han sido educadas en un contexto con limitadas oportunidades y enfrentan estigmas sociales.

En este contexto, Fernán-Zegarra propone cuatro pasos clave para promover la participación y autonomía de las mujeres mayores en el Perú:

  1. Garantizar el derecho de las mujeres mayores a desarrollar y mantener sus propios proyectos de vida, apoyando sus iniciativas empresariales y estrategias para satisfacer sus necesidades y expectativas.
  2. Reconocer y valorar las habilidades, experiencias y contribuciones de las mujeres mayores en la familia y la comunidad, fortaleciendo así su autoestima y liderazgo.
  3. Brindar educación financiera y digital a las mujeres mayores para fortalecer sus actividades productivas y mejorar su bienestar económico, reconociéndolas como agentes activos en la economía nacional.
  4. Promover la autonomía de las mujeres mayores en la toma de decisiones, respetando sus elecciones y proporcionando el apoyo necesario para llevar a cabo sus actividades.

Fernán-Zegarra destaca la importancia de utilizar la experiencia en la defensa de los derechos de las mujeres para garantizar la inclusión adecuada de las mujeres mayores en la sociedad.

Tercer encuentro Junta Plateada: Oportunidades en la Economía Plateada para Mayores de 50 en América Latina y el Caribe

Tercer encuentro Junta Plateada: Descubriendo Oportunidades en la Economía Plateada y los Emprendimientos para Mayores de 50 Años en América Latina y el Caribe

La longevidad es una mega-tendencia que redefine la dinámica de la sociedad actual, y en este contexto, la «Economía Plateada» y los emprendimientos en mayores de 50 años emergen como pilares fundamentales. En 2090, América Latina liderará el panorama mundial, con un impresionante 36% de su población superando los 60 años. Para abordar este desafío y convertirlo en una oportunidad, se ha formado una comunidad de aprendizaje integrada por diversos actores de la región.

Ecosistema de Longevidad:

Esta comunidad, compuesta por emprendedores, inversionistas, fundaciones, cooperantes internacionales y académicos, tiene como objetivo generar y sostener un ecosistema de longevidad vibrante, dinámico e innovador. Enfocándose en cuatro ejes clave —finanzas plateadas, salud y cuidados, emprendimiento y talento, y empleo— buscan impactar positivamente la vida de los adultos de 50 años en adelante.

Speakers Destacados:

  1. Marité Duarte – Consultora Coach Organizacional (Perú): Experta en liderazgo y desarrollo organizacional, Marité aportará perspectivas clave sobre el rol de la economía en la longevidad.
  2. Ricardo Torenzo – Director Silver Finance (México): Con una sólida experiencia en finanzas plateadas, Ricardo compartirá insights sobre cómo las inversiones pueden contribuir al bienestar financiero de los adultos mayores.
  3. Javier Beverinotti – Economista de la representación del Perú: Como economista especializado, Javier explorará las implicaciones económicas de la longevidad en la región.
  4. Wendy Ramos – Comunicadora, Facilitadora, Actriz y Conferencista (Perú): Wendy aportará su visión única sobre la comunicación y la representación de los adultos mayores en los medios y la sociedad.
  5. Norberto Hosaka – Director Emprende UP (Perú): Norberto compartirá perspectivas sobre cómo fomentar el emprendimiento en adultos mayores y crear un entorno favorable para nuevas iniciativas.
  6. Martín Pérez – Director Ejecutivo Fundación Romero (Perú): Con una amplia experiencia en Fundación Romero, Martín ofrecerá ideas sobre cómo las organizaciones pueden apoyar activamente la longevidad.
  7. Elizabeth Gómez – Especialista en proyectos en Emprende UP (Perú): Elizabeth explorará la importancia de construir un ecosistema integral que conecte a los diversos actores interesados en el emprendimiento plateado.
  8. Elizabeth Minaya – Oficial Discovery de BID Lab (Perú): Como representante del BID Lab, Elizabeth discutirá iniciativas innovadoras para impulsar la economía plateada.
  9. Miriam de Paoli – CEO No Pausa (Brasil): Miriam compartirá experiencias sobre cómo las empresas pueden adaptarse y beneficiarse de la creciente población de adultos mayores.
  10. Layla Vallias – Co-fundadora Data8 (Brasil): Layla explorará los hábitos de consumo a través de los datos y la tecnología en el impulso de soluciones innovadoras para la longevidad.
  11. Masato Okumura – Especialista Estrategia BID Lab (Japón): Masato proporcionará una perspectiva global sobre las estrategias de la economía plateada y la tecnología en América Latina y el Caribe.
  12. Gian Gallia – Director Programa +50 Fundación Romero (Perú): Gian discutirá cómo las iniciativas locales pueden tener un impacto significativo en la vida de los adultos mayores.
  13. Amaranta Medina – Consultora Silver Finance (Alemania): Amaranta aportará una perspectiva internacional sobre cómo las estrategias de finanzas plateadas pueden adaptarse a diferentes contextos.
  14. Fermín Vivanco – Especialista Líder BID Lab (Perú): Fermín ofrecerá una visión integral sobre las estrategias y proyectos del BID Lab relacionados con la longevidad.
  15. Gissela Miuccio – Coach Laboral Especialista en Futuro de Trabajo y Habilidades Digitales (Perú): Gissela discutirá la importancia de las habilidades digitales y la adaptación al futuro laboral para los adultos mayores.
  16. Jaime Lértora – Actor y Consultor Empresarial (Perú): Jaime compartirá experiencias sobre la representación y participación de los adultos mayores en el mundo empresarial.
  17. Julio Romaní – Director Ejecutivo Romaní Consulting (Perú): Con experiencia en consultoría, Julio explorará estrategias prácticas para el éxito de emprendimientos en adultos mayores.

Conoce la agenda y no pierdas las oportunidad de registrarte, ya que contamos con un aforo limitado:

¡Tercer encuentro de Junta Plateada en Perú!
Tercer encuentro Junta Plateada Perú

Este evento promete ser un punto de encuentro crucial para comprender y abordar los desafíos y oportunidades que trae consigo la creciente población de adultos mayores en América Latina. La diversidad de temas, desde finanzas plateadas hasta emprendimiento y talento, garantiza una exploración completa de este fenómeno. Únete a nosotros para ser parte de la conversación y contribuir a la construcción de un futuro más inclusivo y enriquecedor para todas las edades.

¿Cómo pueden las finanzas plateadas contribuir al bienestar financiero de los adultos mayores en América Latina?

Las finanzas plateadas buscan desarrollar soluciones financieras específicas que se adapten a las necesidades y metas de los adultos mayores, promoviendo así su bienestar financiero.

¿Cuál es el papel fundamental del emprendimiento en el ecosistema de longevidad?

El emprendimiento no solo es una oportunidad económica, sino también una forma de aprovechar la experiencia y habilidades de los mayores para generar impacto positivo en la sociedad.

¿Cómo pueden las iniciativas de empleo y talento contribuir a la integración y participación activa de los adultos mayores en la sociedad?

Las iniciativas centradas en empleo y talento buscan crear entornos inclusivos que reconozcan y valoren las habilidades de los adultos mayores, facilitando así su integración y participación activa en la sociedad.

¿Cuáles son los beneficios de construir un ecosistema integral para el emprendimiento plateado?

Un ecosistema integral facilita la colaboración entre diversos actores, permitiendo un intercambio de conocimientos y recursos que impulsa el crecimiento y la sostenibilidad de los emprendimientos plateados.

¿Cómo pueden las estrategias de tecnología y datos mejorar la calidad de vida de los adultos mayores en América Latina y el Caribe?

La aplicación de tecnología y el análisis de datos pueden ofrecer soluciones innovadoras que mejoren la calidad de vida de los adultos mayores, desde la atención médica hasta la participación activa en la sociedad.

EL TALENTO SÉNIOR COMO OPORTUNIDAD. Una mirada a sus capacidades y sus motivaciones

Este artículo fue preparado por Elsa Del Castillo, profesora principal del Departamento Académico de Administración e investigadora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico

No es difícil comprobar que el promedio de edad de los colaboradores en las empresas está disminuyendo. En gran parte de los sectores, debido a la velocidad del cambio tecnológico y a un mercado en constante evolución en cuanto a gustos y preferencias, se exige que las organizaciones sean más ágiles, más innovadoras y más flexibles. Quienes gestionan el talento, por lo tanto, se orientan a contratar a perfiles más jóvenes, con conocimientos más actualizados y con altas habilidades de adaptación.

Por otra parte, cuando nos piden dibujar la distribución de la población por edades, aún solemos imaginarnos, en las economías en desarrollo, una pirámide de ancha base. Por mucho tiempo hemos ubicado en el vértice superior de la pirámide a la pequeña área que contiene a la población mayor y, en una amplia base, a la población más joven. Lo cierto es que este dibujo imaginario está cambiando rápidamente debido al envejecimiento poblacional. Según cifras de CEPAL, hacia 2070, todos los países de la región latinoamericana habrán igualado la cifra de personas mayores de 60 años y aquella de menores de 15 años. La pirámide habrá dado paso a una forma más parecida a un tonel. En realidad, ya a 2023, algunos países alcanzaron este hito con una tendencia a que, en los próximos años, la población mayor supere a la más joven. En particular en el caso de América Latina y el Caribe se concentra la mayor velocidad en este proceso.

Lo cierto es que esta población con más de 60 años (teóricamente muy próxima al retiro del mundo laboral), con mejores condiciones de salud que las generaciones anteriores y con varias décadas de vida por delante, querrá y tendrá que continuar trabajando. Si las empresas prescinden de sus servicios, su nivel de empleabilidad será reducido y, sin embargo, su necesidad de complementar sus pensiones de jubilación y cubrir con su trabajo el presupuesto familiar será alta. En algún momento en el tiempo, colisionarán estas dos tendencias, es decir, la preferencia por talento más joven y la disposición de mayor volumen de talento sénior con necesidad de trabajar.

Esto presenta a las organizaciones un reto que puede convertirse en una oportunidad, si se gestiona adecuadamente la potencialidad del talento sénior y se generan las condiciones para su empleabilidad. Si recurrimos a las teorías sobre gestión del talento para hallar soluciones a lo planteado, veremos que se pueden delinear las competencias de un individuo en base al conocimiento, las aptitudes personales, las habilidades y otras características que son necesarias para un desempeño efectivo en el trabajo, entre ellas, la experiencia. La mayor parte de la literatura ha identificado tres tipos de competencias que influyen en el éxito en la carrera laboral: saber qué, saber cómo y saber con quién (Hennekam, 2016).

Teniendo presente la importancia que va adquiriendo la población sénior en las organizaciones, se hace indispensable considerar los cambios en las capacidades personales, asociados con la edad, y la forma en que estos afectarán la actitud hacia el trabajo. No deja de ser cierto que, a más edad, nos inclinaremos a evaluar con mayor detenimiento la inversión de esfuerzo necesario en una tarea, la viabilidad de lograr el desempeño esperado para cumplir una meta y, por último, cuán atractivo se percibe ese nivel de esfuerzo (Kanfer & Ackerman; 2004). No olvidemos, además, que contar con las competencias idóneas para la tarea resulta esencial para un desempeño laboral adecuado y, a su vez, este desempeño condiciona la satisfacción del trabajador.

La motivación laboral en personas de mayor edad ha sido foco de estudio de diversos investigadores, dada la evidencia de que con la edad ciertas capacidades para el trabajo se afectan (en particular ciertas capacidades cognitivas y físicas), lo que reduce la motivación para mantenerse trabajando. Warr & Fay (2001) nos advierten sobre lo que experimentan las personas de mayor edad en el contexto laboral. En primer término, afirman que se elevan los umbrales de exigencias en la toma de decisiones para considerar alguna opción como valiosa. En segundo lugar, los nuevos encargos retan a los mayores a cambiar prácticas largamente desarrolladas en los años de trabajo previo, lo que genera cierta aversión (e.g. cambios tecnológicos). Tercero, las personas mayores tienden a comparar su desempeño no solo con sus pares, sino con otros colegas menores y esto puede ser decepcionante. En cuarto lugar, dado que el entorno laboral no espera gran interés por parte de los mayores por los programas de entrenamiento, mostrarán poco interés por llevarlos. Finalmente, la presunción de que serán menos efectivos en el trabajo se une a lo anterior y genera desmotivación.

Desde esta mirada tradicional de los perfiles sénior y desde un contexto previo en donde no apremiaba resolver el tema de una población creciente con necesidad y voluntad de trabajar, no es extraño comprender la tendencia observada de reducir el promedio de edad de los colaboradores e, incluso, en varios países del mundo, de promover la jubilación anticipada. Sin embargo, las épocas han cambiado y la sociedad se enfrenta a un cambio de paradigma laboral que exige proyectarse para evitar un problema social mayor y para convertir lo que puede ser una situación compleja en una oportunidad.

Si asumimos que esta fuerza laboral existe y empezamos a verla como talento valioso para nuestras organizaciones, el siguiente paso será trabajar en modelos donde generen valor. No olvidemos que la innovación, exigencia constante para las empresas, encuentra en la diversidad de perfiles uno de los mayores atributos. Frente al reto que implica comprender a profundidad qué elementos podrían servir para mantener motivado al grupo sénior, Kanfer (2009) aporta la distinción entre la motivación por el trabajo (como objetivo vital) y la motivación por la tarea a desarrollar. Según ello, sostiene que las personas más jóvenes hacen confluir las dos motivaciones (por el trabajo y en el trabajo), mientras que, con el paso de los años en la vida de las personas, estos dos conceptos se disocian. Por un lado, afirma Kanfer, puede que la motivación por realizar determinadas tareas se mantenga alta en el grupo sénior y que, al mismo tiempo, relativice la importancia que le daba antes a su carrera laboral, al priorizar otros objetivos de vida, tales como la salud y la familia. El error estará en estereotipar al grupo de mayor edad como colaboradores sin motivación ni capacidad para el trabajo, cuando de lo que se trata es de lo que siempre ocupó a quienes gestionan el talento en las organizaciones: encontrar aquellas tareas y ocupaciones que hacen confluir capacidades únicas de ciertos individuos con necesidades de la empresa en materia de capital humano.

Stamov-Roßnagel & Hertel (2010) parten de estas ideas y rescatan los planteamientos de la psicología enfocada en la esperanza de vida, la cual plantea que las metas personales varían debido a una selectividad emocional que se produce en las distintas etapas de la trayectoria humana. Es decir, mientras que en la primera mitad de nuestra vida miramos los años transcurridos desde nuestro nacimiento y pensamos en aquello en lo que debemos invertir, en la segunda mitad analizamos los años que nos quedan antes de morir, y esto cambia nuestro enfoque de vida y prioridades para orientarnos más a mirar lo que vamos a cosechar en el presente. En este sentido, se observa que, con el paso de los años, puede decrecer el interés en acumular activos, en buscar competir agresivamente con los pares por adelantarnos en la carrera laboral, en buscar incrementos salariales o en acumular influencia, para privilegiar las relaciones, el rol social, el interés por ayudar a otros, por compartir el conocimiento y la experiencia acumulados y por encontrar un mayor sentido de trascendencia a la existencia.

Con estas consideraciones, la intervención de quien gestiona el talento sénior en la organización podrá orientarse a favorecer sentimientos positivos frente a la experiencia laboral y a diseñar un conjunto de actividades más idóneas que motiven al talento sénior. Si seguimos sus planteamientos, habría que dejar de lado las generalizaciones sobre la desmotivación de los mayores por trabajar, para analizar las tareas específicas que realizan. Si se asume que los jóvenes están enfocados en mejorar su desempeño de forma progresiva y que las personas mayores buscan mantener su desempeño frente al deterioro natural de ciertos recursos personales, se identificarán algunas tareas para las que la motivación se mantenga o incremente. La clave estará en mezclar perfiles y tareas, velar por la motivación de todo el equipo y, en consecuencia, incrementar la satisfacción laboral y el desempeño colectivo. En este encaje con el entorno, será importante identificar aspectos que refuercen la efectividad laboral, tales como las condiciones laborales, los sistemas de incentivos, las condiciones de tiempo de dedicación a la tarea y la flexibilidad o rigidez horaria, así como las exigencias en el ritmo de trabajo y el tipo de resultados exigidos. Desde otra perspectiva, será importante rescatar el efecto potente de conformar equipos donde jóvenes y mayores se refuercen y complementen. Por ejemplo, quizá pensar en mayores que sean mentores de las carreras de los más jóvenes y, a la vez, de jóvenes, mentores de los sénior en cuanto a nuevas competencias tecnológicas.

Tengamos en cuenta que la diversidad de perfiles en el equipo que conforma la organización permite representar la voz del mercado y del no-mercado en su interior y, en consecuencia, entender con mayor profundidad las demandas de los distintos grupos de interés con los que interactúa la empresa y a quienes dirige su oferta de valor. Consideremos, además, un mercado creciente de clientes sénior al que habrá que comprender y atender. Así también, consideremos que no necesariamente es positivo que toda nuestra fuerza laboral conciba el éxito y la realización profesional de la misma manera. Bajo esta lógica, la diversidad generacional en el equipo humano se convertirá en un pilar fundamental para promover la innovación empresarial. Toca empezar a reconceptualizar el periodo de empleabilidad humana y de diseñar los espacios donde experiencia, conocimiento, relaciones acumuladas en el tiempo, compromiso y sentido de trascendencia sean puestos en valor a través de formas de contratación y de trabajo que hoy serían novedosas en el mundo laboral.

Preguntas Frecuentes:

¿Cómo está cambiando la distribución de edades en el mercado laboral y cuál es el impacto en la gestión del talento?

La distribución de edades en el mercado laboral está cambiando debido al envejecimiento poblacional. Esto significa que habrá más personas mayores de 60 años que desean y necesitan continuar trabajando. Este cambio tiene un impacto significativo en la gestión del talento, ya que las organizaciones deben considerar cómo aprovechar el potencial del talento sénior.

¿Cómo afecta la motivación laboral a las personas mayores en el entorno laboral?

Respuesta: Con la edad, las personas tienden a evaluar con mayor detenimiento la inversión de esfuerzo en una tarea, la viabilidad de lograr el desempeño esperado y cuán atractivo se percibe ese nivel de esfuerzo. La motivación se ve influenciada por la edad y la percepción de metas personales.

¿Cómo pueden las organizaciones motivar al talento sénior y aprovechar sus capacidades únicas?

Respuesta: Las organizaciones pueden motivar al talento sénior diseñando tareas que se alineen con las capacidades únicas de estos individuos. Mezclando perfiles y tareas, promoviendo la mentoría entre generaciones y creando equipos diversos se puede aprovechar el valor del talento sénior y mejorar el desempeño colectivo.

Conclusiones:

La disminución del promedio de edad de los colaboradores en las empresas plantea desafíos en la gestión del talento sénior, pero también ofrece oportunidades para aprovechar la diversidad generacional y promover la innovación empresarial.

La motivación laboral de las personas mayores se ve influenciada por la percepción de metas personales y la forma en que evalúan el esfuerzo necesario para una tarea.

La gestión del talento sénior debe centrarse en identificar tareas que se alineen con las capacidades únicas de estos individuos, promover la mentoría intergeneracional y crear equipos diversos para mejorar el desempeño colectivo.

Es esencial repensar el concepto de empleabilidad a lo largo de la vida y diseñar espacios donde la experiencia, el conocimiento y las relaciones acumuladas en el tiempo se valoren a través de formas de trabajo novedosas en el mundo laboral actual.

Emprendimiento Social para Mayores de 50: Abriendo Nuevas Posibilidades

1. Una Oportunidad en la Tercera Edad

El emprendimiento social para personas mayores de 50 años está en auge, y esta tendencia está abriendo un mundo de posibilidades para aquellos que desean hacer una diferencia significativa en la sociedad durante su jubilación. A medida que más personas se retiran con una rica experiencia y un profundo sentido de responsabilidad social, surgen oportunidades emocionantes.

2. Una Carrera Segunda con Propósito

Para muchos, la jubilación no significa el final de la carrera, sino el comienzo de una segunda etapa llena de propósito. El emprendimiento social permite a los mayores de 50 años utilizar sus habilidades y conocimientos adquiridos a lo largo de su vida laboral para abordar problemas sociales y comunitarios apremiantes.

3. El Poder de la Experiencia

La experiencia acumulada durante décadas en el mundo laboral es un activo invaluable en el emprendimiento social. Estos emprendedores tienen una comprensión profunda de los desafíos y las soluciones potenciales, lo que les permite abordar problemas de manera efectiva.

4. Creando Impacto en la Comunidad

Uno de los aspectos más gratificantes del emprendimiento social es el impacto tangible que se puede lograr en la comunidad. Desde la atención a personas mayores necesitadas hasta proyectos de sostenibilidad ambiental, los emprendedores sociales mayores están cambiando vidas y creando un impacto duradero.

5. Inspiración a Través de Ejemplos

Ejemplos inspiradores de emprendedores mayores de 50 años que han abrazado el emprendimiento social incluyen la creación de organizaciones sin fines de lucro, proyectos de voluntariado y empresas con un fuerte enfoque en la responsabilidad social.

6. Desarrollando un Legado Significativo

El emprendimiento social en la tercera edad permite a las personas mayores construir un legado significativo. Están dejando una huella duradera en la sociedad y proporcionando un modelo a seguir para las generaciones más jóvenes.

7. Retos y Recompensas

Si bien el emprendimiento social puede presentar desafíos, como la financiación y la gestión, las recompensas son inmensas. La satisfacción de saber que se está haciendo un bien real en la sociedad es un impulso poderoso.

8. El Futuro del Emprendimiento Social Senior

A medida que más personas mayores de 50 años descubren las posibilidades del emprendimiento social, este campo seguirá creciendo. Estos emprendedores están demostrando que la edad no es un obstáculo para crear un cambio significativo y duradero en el mundo.

El emprendimiento social para personas mayores de 50 años no solo es una opción viable, sino que también es una forma poderosa de contribuir al bienestar de la sociedad. Esta nueva fase de la vida puede ser el comienzo de una carrera llena de propósito y significado, donde el impacto social es la principal motivación.

Preguntas frecuentes

¿Cuáles son algunos ejemplos concretos de emprendedores sociales mayores de 50 años que han tenido un impacto significativo en la sociedad?

Ejemplos notables de emprendedores sociales mayores de 50 años incluyen a Muhammad Yunus, fundador de Grameen Bank y pionero en microcréditos, así como Doris Buffett, quien estableció Sunshine Lady Foundation para apoyar diversas causas benéficas. Estos emprendedores han demostrado que la edad no es un obstáculo para crear un impacto significativo en la sociedad.

¿Qué desafíos suelen enfrentar los emprendedores sociales de la tercera edad y cómo pueden superarlos?

Los desafíos comunes incluyen la falta de recursos financieros, la adaptación a la tecnología y la gestión de proyectos. Para superarlos, los emprendedores pueden buscar subvenciones y financiamiento específicos para proyectos sociales, capacitarse en tecnología o asociarse con individuos más jóvenes con habilidades tecnológicas, y aprovechar su red y experiencia para gestionar eficazmente sus emprendimientos.

¿Dónde pueden encontrar recursos y apoyo aquellos que deseen embarcarse en el emprendimiento social después de los 50 años?

Para encontrar recursos y apoyo, los emprendedores sociales mayores pueden investigar organizaciones benéficas y fundaciones que financian proyectos sociales, buscar programas de formación en emprendimiento social, unirse a redes y grupos de emprendedores sociales, y utilizar recursos en línea, como blogs y foros especializados, para obtener orientación y consejos.

Conclusiones:

El emprendimiento social para personas mayores de 50 años es una tendencia en crecimiento que ofrece oportunidades significativas para aquellos que buscan contribuir de manera significativa a la sociedad en su jubilación.

La experiencia acumulada a lo largo de una carrera laboral es un activo valioso que permite a los emprendedores sociales mayores abordar problemas sociales de manera efectiva.

El impacto del emprendimiento social en la comunidad es gratificante y proporciona un sentido de propósito a aquellos que lo emprenden.

A pesar de los desafíos, como la financiación y la gestión, el emprendimiento social en la tercera edad es una oportunidad que está en constante crecimiento y ofrece recompensas significativas en términos de impacto social y satisfacción personal.

Foro Iberoamericano de Economía Plateada 

En el Foro Iberoamericano de la Economía Plateada, descubra el poder de la economía plateada para impulsar las economías colaborativas.

Este evento único reúne a expertos y profesionales de toda Iberoamérica para discutir y explorar las oportunidades y desafíos de la economía plateada. Durante el foro, habrá presentaciones inspiradoras, paneles de discusión interactivos y oportunidades de networking para que puedas conectarte con otros líderes de la industria.

Si estás interesado en descubrir cómo la economía plateada puede impulsar el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida en nuestra región, ¡este evento es para ti! Únete a nosotros y sé parte de esta experiencia enriquecedora.

¿Pero, qué exactamente representa la Economía Plateada?

Se trata de una tendencia económica a nivel global que emerge como respuesta a las profundas transformaciones derivadas del envejecimiento continuo de la población. Esta realidad ejerce un impacto significativo y configura diversas esferas de nuestra sociedad.

Emprendimiento Plateado: Los Premios +50 Emprende y su Impacto Internacional

En un mundo que tiende a la juventud, donde la obsesión por la edad a menudo eclipsa el valor de la experiencia, nace un evento que busca cambiar esta percepción: los Premios +50 Emprende. Originados en España gracias a la visión de 02:59 Films, la productora detrás de la película «Abuelos», estos premios tienen como misión fundamental erradicar los prejuicios y la discriminación relacionados con la edad en el ámbito profesional. Su objetivo central es identificar, impulsar y acompañar a emprendedores mayores de 50 años que han demostrado tener un impacto significativo a nivel internacional en el campo del emprendimiento sénior.

Economía Plateada: Rompiendo Estereotipos

La iniciativa ha cobrado vida a lo largo de cuatro ediciones en España, con un impresionante registro de 1.500 emprendedores participantes. Bajo el lema «jóvenes mayores de 50«, la cuarta edición hizo hincapié en las habilidades y capacidades que estos emprendedores, a menudo etiquetados como «mayores», poseen. Se demostró que muchas de estas habilidades son fortalezas que, de manera equivocada, suelen atribuirse únicamente a los jóvenes. Los Premios +50 Emprende se convirtieron en un faro de esperanza para aquellos que buscan desafiar los estereotipos y sacar a relucir su potencial. 

Expansión a Latinoamérica: Un Éxito Rotundo en Chile

En 2022, los Premios +50 Emprende cruzaron fronteras y llegaron a América Latina, específicamente a Chile, donde se celebró la primera edición con la recepción de más de 250 postulaciones. Esta expansión refleja el compromiso de la iniciativa por extender su alcance a otras regiones y romper las barreras que limitan a los emprendedores sénior. La acogida en Chile demostró que el emprendimiento plateado tiene un gran potencial y un futuro prometedor en la región.

Ecosistema Plateado en Perú: Un Vínculo con Emprende UP

Siguiendo su misión de ampliar su presencia en América Latina, los Premios +50 Emprende llegaron a Perú de la mano de The Board y la Universidad del Pacífico, en colaboración con el proyecto Ecosistema Plateado de EmprendeUP. En Perú, el 35% de los nuevos emprendedores pertenecen a la franja de edad de más de 50 años, según datos del INEI. Esto resalta la relevancia y el impacto del emprendimiento sénior en la sociedad peruana y en la región en general.

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Crecimiento Sostenido: El Auge del Emprendimiento Sénior en América Latina

En los últimos tres años, América Latina ha presenciado un notable incremento del 15% en la tasa de emprendimiento sénior. Este crecimiento es un indicador claro de que el espíritu emprendedor no tiene edad y que los emprendedores mayores de 50 años están desempeñando un papel cada vez más significativo en la economía regional. Se prevé que esta tendencia continúe en ascenso en los años venideros, lo que reafirma la importancia de los Premios +50 Emprende y su misión de apoyar y reconocer a estos valiosos emprendedores.

Un Cambio Cultural Necesario

En resumen, los Premios +50 Emprende representan un cambio cultural necesario en la forma en que percibimos el emprendimiento y la edad. Están demostrando que el talento y la innovación no tienen límites de edad y que la experiencia acumulada a lo largo de los años puede ser una ventaja competitiva en el mundo empresarial. A medida que estos premios continúen expandiéndose por América Latina, es probable que inspiren a más personas a seguir sus sueños emprendedores sin importar cuántos años tengan.

Un Futuro Prometedor

El futuro del emprendimiento sénior en América Latina parece brillante, y los Premios +50 Emprende están liderando el camino para asegurarse de que el talento y la pasión de aquellos mayores de 50 años no pasen desapercibidos. Al romper estereotipos y fomentar un ambiente inclusivo y equitativo, esta iniciativa está allanando el camino para un mundo en el que la edad sea solo un número y el emprendimiento, una oportunidad accesible para todos.

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La diversidad generacional en las organizaciones peruanas: ¿cómo generar valor en las organizaciones?

Entrevista a Elsa Del Castillo, profesora principal del Departamento Académico de Administración e investigadora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, CIUP  Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico en https://ciup.up.edu.pe/analisis/la-diversidad-generacional-en-las-organizaciones-peruanas-como-generar-valor-en-las-organizaciones/ el 25 de mayo 2023

Los desafíos en las organizaciones crecen cada día. A nivel global, Baby Boomers, Gen X, Y y Z conviven en las organizaciones, lo que supone un reto desde la gestión de personas. ¿Cómo se puede generar valor a partir de la diversidad generacional? ¿Cómo está el Perú en estos temas y qué están haciendo las organizaciones? Conversamos sobre este y otros temas con Elsa Del Castillo, profesora del Departamento Académico de Administración e investigadora CIUP. 

A nivel global, en la actualidad conviven hasta 4 generaciones en las organizaciones, ¿en el Perú se da un fenómeno similar? ¿Se sabe en qué proporciones? 

En Europa se han llevado a cabo estudios como el desarrollado por el Observatorio de Demografía y Diversidad Generacional de IE Foundation, en España.  En este, en particular, se estudia la realidad  laboral de la población junior y sénior.

En el Perú, la referencia más cercana es el INEI que tiene data interesante: En el primer trimestre de 2022, el número de peruanos en edad de trabajar fue de 25 millones 589 mil personas, aproximadamente. La población económicamente activa (PEA) alcanzó las 18 millones 514 mil y, de este grupo, se identificaron como ocupados a 17 millones 771 mil peruanos (96% de la PEA). Aquí valdría preguntarnos por el tipo de empleo. Los datos que tiene el INEI indican que, solo el 52% de la PEA tiene empleos adecuados, mientras que el 44% está subempleada. En el grupo de los no ocupados (el 4% restante), la gran mayoría son cesantes. 

En cuanto a los rangos de edades, el INEI divide 3 rangos: 

  • las personas de 14 a 24 años (Generación Z), que representan un 15% de la población ocupada; 
  • de 25 a 44 años (una combinación de generaciones X y Y), que representa un 48%;
  • y de 45 años a más (donde se ubican los Baby boomers y Veteranos), que abarcan el 37%. 

Es importante ver cómo han evolucionado históricamente estos indicadores. Al día de hoy, respecto al 2014 (referencia más antigua del INEI en el reporte analizado), la población de  jóvenes ocupados, de 14 a 24 años, ha caído en 7.6%.  En los otros rangos de edad, el ratio ha subido. Como sucede en Europa, la población ocupada se está volviendo mayor: de 25 a 44 años, creció en 12% en 8 años, y los de 45 años a más, en 26%. 

En Perú, la población ocupada está envejeciendo y supone todo un mundo de retos para la sociedad, el Estado y las organizaciones. Por otra parte, la población juvenil no tiene tan fácil conseguir empleo. 

En ese sentido, el empleo urbano ocupa una significativa proporción (78% de personas ocupadas), frente al rural (22%). En el Perú tenemos data que hace la diferenciación entre el empleo urbano formal e informal: 

  • la tasa de empleo formal de los jóvenes de 14 a 24 es 13.5%, mientras que en el sector informal se sitúa el 86.5%; 
  • para el caso de las personas de 25 a 44, el 33.4% está en el sector formal y 66.6% en el informal; 
  • en cuanto a las personas de más de 45 años, su participación en el empleo formal baja a 30,4%, registrándose en el sector informal el 69,6%.

¿Qué valor da la diversidad generacional para las organizaciones?  

Hay muchos estudios que, hoy en día, hablan sobre cómo la diversidad es positiva en la organización. Primero, lucha contra la discriminación, que es un factor social importante. En términos morales, una sociedad no debería de discriminar a un grupo que todavía está activo mental y físicamente y que puede trabajar. En Europa hay una sensibilidad mucho mayor, las organizaciones no quieren dejar a la sociedad la carga de una población envejecida y sin trabajo. Las empresas toman esto en cuenta en sus enfoques de responsabilidad social corporativa. No tenerlo presente afectará no solo a ese segmento, sino a la sociedad en su conjunto,  en la medida en que se tienen que derivar fondos del Estado a programas asistenciales que atiendan a esta población vulnerable, con una esperanza de vida cada vez mayor.

Segundo, la diversidad está cada vez más relacionada con la innovación y con el entendimiento más profundo del mercado. Si te diriges a un mercado de distintos segmentos, la teoría sobre estrategia dice que debieras procurar tener representada, en el espacio de toma de decisiones, la voz de esos segmentos. La diversidad ayuda a entender a tu mercado, principalmente cuando hay una tendencia importante dirigida a la co-creación de productos y servicios. Esto perrmitirá enriquecer tu modelo de negocios, no solo desde la oferta sino al interior de tu propia oganización, al lograr complementar capacidades y visiones. 

Cuando hablamos de diversidad como concepto, normalmente hablamos de diversidad demográfica. ¿Qué indicadores de diversidad usualmente analiza una empresa? Las diferencias generacionales, el género, los orígenes étnicos y culturales, entre otros. Sin embargo, según Celia de Anca, investigadora española, también se debe considerar la diversidad experiencial; es decir, contar con distintas perfiles con diversas formaciones, considerando todos los conocimientos que se necesita reunir en la empresa. En esa diversidad experiencial también se considera la experiencia previa de los colaboradores (en cuanto a funciones, sectores, etc.) y aspectos vinculados a su vida social (hobbies, redes de contacto, etc.) 

Si, además de la diversidad demográfica logras una diversidad experiencial, De Anca plantea que se puede alcanzar la diversidad cognitiva. Esta trae, en suma, una riqueza de capaciades basadas en el conjunto de actitudes, habilidades, valores, conocimientos y creencias que se complementan y que reúne el equipo de colaboradores. En la medida en que esto se alcance, la oferta de valor puede volverse mucho más compleja, diferencial y difícil de imitar, lo que va a facilitar los procesos de innovación continua en la empresa.  

¿Qué tipo de compañías pueden sacar mayor provecho de la diversidad generacional? 

Se trata de un tema sensible en la mayor parte de empresas. No obstante, si pensamos en sectores claramente más sensibles al tema tenemos, por ejemplo, las empresas dedicadas al consumo masivo, aquellas que atienden grandes superficies o mercados y aquellas que ofrecen servicios de alcance amplio. En estos casos, necesitas contar con un fuerte factor de diversidad generacional en tu organización, principalmente si apuntas a diversos segmentos de edad. 

En segundo término, también está el hecho de que la mayoría de empresas están ahora preocupadas por a la transformación digital, porque tienen la necesidad de ponerse al día en su forma de trabajar y de interactuar con el mercado y el no mercado. En estos casos, se necesita de la diversidad generacional para combinar la experiencia y el conocimiento de mercado que han acumulado aquellos con más trayectoria, con las habilidades de los nativos digitales y jóvenes que se comunican e interactúan de una manera distinta. Por lo tanto, tenemos ya dos parámetros claves que invitan a las empresas a gestionar la diversidad: si no es la diversidad del mercado, es la necesidad de transformación y adaptación tecnológica que permita asimilar nuevos hábitos y costumbres de la sociedad moderna.

Lo cierto es que no apostar por la diversidad nos llevará a visiones parciales. Mientras que mantener dentro de la empresa a una mayoría de talento sénior dificultará el entender las nuevas tendencias o la forma de actuar y de comunicarse del mercado, una mayoría de talento joven probablemente se perderá de  las habilidades blandas construidas con el paso de los años por aquellos colaboradores de más experiencia. Debo anotar que creo que es una falacia considerar que todos los mayores le rehúyen a la tecnología. Habrán también en este segmento profesionales muy capaces habituados al perfeccionamiento de sus competencias en forma constante. Por ello, creo que en este caso es mejor segmentar estos grupos desde la perspectiva de las actitudes hacia la tecnología, hacia el cambio y hacia la innovación.

La pandemia «implantó» el teletrabajo, con lo que los más jóvenes pudieron congeniar bien, al contrario de los perfiles más sénior que les costó adaptarse al proceso acelerado de digitalización que significó esta etapa. ¿Cómo ves este fenómeno con la vuelta a la presencialidad? 

Está pasando que la gente se queja porque los empleadores exigen que se vuelva a la presencialidad. Yo creo más en un modelo híbrido. Personalmente creo que el modelo híbrido puede recoger el valor de la presencialidad y el teletrabajo. Cuando tienes que ofrecer un servicio presencial, como la educación básica o de pregrado, por ejemplo, tienes que tener servicios administrativos conexos que tienen que estar presentes. En nuestro país, sin embargo, la formación en niveles superiores (postgrado, formación ejecutiva, etc.) se ha vuelto híbrida, en cuyo modelo logras algunos atributos que siempre se han buscado en gestión de recursos humanos, como la flexibilidad de horarios y modalidades de trabajo, la contratación de talento internacional y el tener disponibles equipos de trabajo presenciales o remotos, tras determinar para qué se necesita cada formato. 

En el Perú hay muchos casos de empresas consultoras y de servicios profesionales que han vendido sus instalaciones y que, lejos de virtualizar todos sus servicios, sostienen reuniones presenciales en ‘coworkings’. Han cambiado su necesidad de infraestructura, pero han logrado aprovechar el valor de los dos modelos de trabajo. Creo que nos estamos quedando con la modalidad híbrida. 

¿Qué cambios traerá en las organizaciones el que cada vez más líderes pertenezcan a las generaciones X (1965-1979) o Millennial (1980-1996)? 

Es una tendencia observada en las empresas el hecho de que la edad promedio de los altos directivos se esté reduciendo. En las épocas actuales se necesita que un CEO comprenda tendencias claves y cambios de paradigmas. Por ejemplo, el rol que tienen las empresas en la sostenibilidad del planeta o el potencial de la inteligencia artificial para mejorar la lectura del mercado y, en consecuencia, incorporar productos y servicios que mejoren su contribución con el bienestar individual y colectivo. En ese sentido, es evidente que la formación previa que están recibiendo los jóvenes profesionales incide en estos contenidos y de allí que cuentan con habilidades que hoy son centrales para una empresa. Sin embargo, en este contexto, es importante comprender el nuevo rol que le corresponderá al talento sénior.  Se trata de generar espacios para que las capacidades de ambas generaciones se complementen y esto implica un importante esfuerzo en propiciar esta interacción y en diseñar los nuevos roles que queremos que cada grupo desempeñe en el contexto empresarial y social. Hablamos de generaciones en edad madura que han vivido guerras mundiales, posguerras, escasez económica, globalización. Frente a otra que ha vivido abundancia económica, oportunidades para elevar la competitividad personal y la línea de carrera pero, también, que ha experimentado convulsión social y conflictos, así como la pandemia a edad temprana. En este sentido, la gestión intergeneracional será un elemento esencial en la agenda de los líderes.

¿Qué están haciendo las empresas para promover el talento sénior?

En nuestro país esto está poco trabajado. Tomando experiencias de otros países, podemos señalar: 

  • Programas de prevención en salud: se quiere que el talento sénior sea productivo, entonces inviertes y desarrollas programas de prevención en salud para que sus trabajadores de 55 años a más estén en el mejor estado fisico y mental posible. Eso va a implicar que su potencial de aporte a la sociedad sea más amplio y que su productividad se mantenga. Podemos decir que, en el futuro, el ciclo laboral no acabará a la edad actual de jubilación. Será entonces necesaria una reinvención personal y organizacional que hay que trabajar, para facilitar una ´segunda carrera laboral` con matices distintos.
  • Organización del trabajo: referida a los aspectors físicos o materiales y  a la administración del trabajo. Por ejemplo, se trata de pensar en cómo se adapta nuestra infraestructura y nuestra tecnología,  de manera que sea amigable para el colaborador sénior. También el manejo del tiempo, horarios de trabajo, tipos de contrato, intensidad de la carga laboral, nuevas funciones, etc.
  • Programas de preparación psicológica, financiera y social, conforme las personas van pasando a etapas más cercanas al retiro. En países donde saben que la pensión pública será muy baja, las organizaciones generan programas de ahorro para que, muchos años antes, los individuos vayan haciendo una contribución privada que haga que la brecha entre su última remuneración y su pensión estimada no sea tan grande. Este tipo de programas se complementa con los fondos privados de pensiones.
  • Trabajar las modalidades de contratación: con la consideración de horarios y dedicaciones al trabajo (tiempo completo versus tiempo parcial), nuevos roles como los de asesoría o mentoría, encargos por proyectos, fomento del emprendimiento y autoempleo, entre otras iniciativas que las compañías pueden desarrollar para estos grupos de colaboradores. 

¿Cuáles son tus reflexiones y proyecciones para Perú en temas de diversidad generacional? 

Creo que las cifras nos muestran una tendencia mundial. Hay dos grupos poblacionales que requieren especial atención: los jóvenes y el grupo más sénior. Debemos diseñar medidas que promuevan desde el ámbito público, y en colaboración con la empresa privada, oportunidades de empleo de calidad y con proyección de desarrollo a futuro para los jóvenes. En este sentido la educación de calidad es esencial. Del mismo modo, debemos trabajar en las condiciones laborales de otro grupo poblacional, el talento sénior, cuya esperanza de vida ha evolucionado gracias a la ciencia. Estas personas vivirán muchos más años que las generaciones anteriores, con condiciones físicas y mentales que les permitirán seguir aportando a la sociedad. Se trata de reinventar roles y funciones y de promover espacios de interacción intergeneracional que generen sinergias positivas. Es en este sentido que se entiende que la diversidad es un valor que debe ser reconocido en las organizaciones peruanas y gestionado de forma explícita para avanzar como sociedad hacia un enfoque de mayor inclusión y bienestar.

¿Qué voy a hacer cuando me retire? Probablemente, más de lo mismo

Este artículo fue preparado por Elsa Del Castillo, profesora principal del Departamento Académico de Administración e investigadora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, para la columna de Opinión publicada en el Diario Gestión del 17/04/2023

Por Elsa Del Castillo, profesora principal del Departamento Académico de Administración e investigadora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, para la columna de Opinión publicada en el Diario Gestión del 17/04/2023

Una investigación realizada en Canadá por los académicos Bill Martin y Mary Dean Lee, en 2016, encontró que los ejecutivos baby-boomers que se ven enfrentados a la etapa del retiro experimentan una sensación de libertad en ese punto de inflexión en su vida, que los sitúan frente a decisiones importantes sobre sus ocupaciones futuras. El principal hallazgo de estos investigadores, luego de entrevistar a 98 ejecutivos con este perfil, fue que las personas tomamos decisiones, consciente o inconscientemente, replicando nuestros viejos patrones; es decir, siendo fieles a las identidades que hemos ido forjando a lo largo de la vida laboral.

Luego de analizar en profundidad las trayectorias de estos ejecutivos, lograron identificar 3 perfiles característicos:

El primero de ellos, describe a aquel profesional experto que, a lo largo de su carrera, ha sido requerido principalmente por su conocimiento y expertise técnico. Al dominar las reglas del juego en el sector y actividad en donde se desenvuelve, su actividad ha sido más bien iterativa y eso le ha permitido ir desarrollando o profundizando sus habilidades en esos campos. Estos profesionales, habitualmente, han gozado de autonomía para desarrollar su trabajo y han construido su reputación como especialistas.

En el segundo grupo, habita el gestor organizacional. Es decir, aquel que ha sido valioso por la experiencia acumulada en la compañía o en empresas del sector, donde conoce perfectamente las rutinas, la cultura y los recursos disponibles a nivel organizacional o institucional. Estos profesionales han ido moldeando su carrera en consonancia con la evolución de las organizaciones en donde han participado.

En el tercer grupo, encontramos al gestor estratégico. Se trata de aquel profesional que ha acumulado reputación por ser efectivo en la toma de decisiones y por haber ido promoviendo innovaciones, asumiendo retos y cambios internos en su organización. Es conocido, por lo tanto, como el típico intraemprendedor.

En estos tres grupos, en la etapa del retiro, sus identidades han marcado sus decisiones sobre la vida después de retirados. Si bien en su mayoría dan mayor importancia de lo habitual al tipo de vida que quieren llevar en el plano familiar y social, las diferencias de perfiles se presentan en aspectos vinculados a sus actividades laborales futuras y a su rol en el plano de las actividades cívicas. Gran parte de los gestores estratégicos de la muestra analizada continuaron trabajando a tiempo completo o tiempo parcial por un periodo significativo de su vida post-retiro; algunos de ellos, incluso, se dedicaron a la consultoría o pusieron en marcha nuevos negocios. Esto no necesariamente es así en todos los grupos. En cuanto a su rol en el plano de la proyección social, muchos pusieron sus capacidades al servicio de consejos consultivos de organizaciones sin fines de lucro, organizaciones comunales o del sector público. En cuanto a los profesionales expertos, al elegir su ocupación futura optaron por poner en valor sus capacidades técnicas en trabajos remunerados tan exigentes como los anteriores al retiro o, también, en actividades filantrópicas. Varios encontraron ofertas como miembros de consejos o nuevas empresas donde sus capacidades técnicas resultaron muy apreciadas. Finalmente, los gestores organizacionales, en su mayoría, enfrentaron el retiro como un momento para dejar de trabajar en su actividad habitual y dedicar tiempo a aquellas pasiones que dejaron de lado o que practicaron parcialmente, debido a su carga laboral anterior. En este grupo, en particular, al recibir ofertas laborales post-retiro, se aludió con frecuencia a descartar estas ofertas por la falta de oportunidades para mantener el nivel de responsabilidad al que estaban acostumbrados y, así también, fue más frecuente la referencia al valor de la libertad para viajar, practicar un pasatiempo o priorizar la vida familiar. La práctica del voluntariado, en este grupo, estuvo más dirigida a construir actividades relacionadas con sus pasiones en la vida.

Otro factor particular sobre el momento del retiro está relacionado con los distintos estímulos para retirarse. Mientras que los profesionales organizacionales, en muchas ocasiones, recibieron paquetes de incentivos para el retiro; los gestores estratégicos, con frecuencia, promovieron su propio retiro. En el caso de los profesionales expertos, aparecieron oportunidades para continuar ofreciendo sus servicios profesionales.

La literatura desarrollada en torno al retiro nos plantea que las personas, en la década de los cincuenta años de vida, debemos empezar a identificar nuestras capacidades distintivas (concepto trabajado por Martin Seligman y otros referentes de la psicología positiva), que son aquellas en las que hemos comprobado aptitudes y hemos acumulado experiencia relevante. Estas capacidades, serán luego nuestro principal recurso para encontrar, si resulta una prioridad, un medio económico para vivir con calidad. Y, así también, independientemente del factor económico, serán oportunidades donde podamos satisfacer las naturales necesidades humanas de realización y logro. Muy probablemente, estas capacidades personales acumuladas serán las más valoradas por futuros empleadores o por organizaciones que nos inviten a aportar y donde, aún más importante, podamos ser coherentes con nuestra filosofía de vida, verdaderamente útiles, integrados socialmente y más satisfechos con lo que devolvemos a la sociedad.

Una mirada al talento Sénior en el Perú

Este artículo fue preparado por Elsa Del Castillo, profesora principal del Departamento Académico de Administración e investigadora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, para el espacio de reflexión del boletín Una mirada al talento sénior del Perú, en Lima-Perú, 07 julio, 2023

El envejecimiento poblacional global y la realidad de la fuerza laboral sénior están siendo materia de atención y acción por parte de varios países. Una sociedad que aspira a construir bienestar en todos los segmentos de su población debe estar atenta a estos fenómenos, ya sea porque busca que todos los ciudadanos tengan derecho a una vida digna en cualquier etapa de su vida o porque lo que suceda a un grupo generacional, indirectamente afectará la calidad de vida de los otros.

Esta preocupación es recogida por la revista The Economist, en su número de junio de 2023,  donde se alerta sobre la caída de la población mundial antes de finales de este siglo, debido a la baja constante en la tasa de natalidad. Según este artículo, la tasa de fertilidad mundial ha decrecido de 2.7 nacimientos por mujer a 2.3. Los expertos anotan que esta tasa no debiera ser inferior a 2.1 para mantener un ratio de reemplazo generacional estable. Sin embargo, como se reporta, los quince países de mayor Producto Bruto Interno ya presentan tasas de fertilidad por debajo de las tasas de reemplazo (The Economist, 2023).

Este fenómeno es relevante porque, al caer el número de nacimientos mundiales de la futura población económicamente activa, mientras se vislumbra un incremento de la población de adultos mayores provenientes de la generación de los Baby Boomers, la sobrecarga de beneficiarios de los sistemas de pensiones y de los servicios sociales para las personas de mayor edad los puede hacer inviables desde la perspectiva de su financiamiento. 

Según esto, un país que no trabaja en la empleabilidad de su talento sénior -cuya esperanza de vida activa se ha ampliado debido a los avances de la medicina- estará sobrecargando, por varias décadas, a los grupos etáreos más jóvenes, con la responsabilidad del cuidado de los mayores y la generación de mayores ingresos para no desestabilizar el bienestar familiar a través del tiempo. 

EL TALENTO SÉNIOR EN EL PERÚ 

Teniendo en consideración la importancia de la estructura demográfica de un país para asegurar su sostenibilidad económica y social y para prever el impacto que esta pueda tener en la fuerza laboral presente y futura y, en consecuencia, en las organizaciones empleadoras de cada segmento poblacional, es pertinente analizar la situación del talento sénior en el Perú.

Según el reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú – INEI (2023a), a diciembre 2022, el número de peruanos en edad de trabajar fue de 25 millones 620 mil personas, aproximadamente. La población económicamente activa (PEA), es decir, aquella que participa en la producción de bienes y servicios en el país, alcanzó las 18 millones 551 mil y, de este grupo, se identificaron como ocupados a 17 millones 756 mil peruanos (95.7% de la PEA). Del total de la PEA ocupada, el  56.3% son hombres y el 43.7% son mujeres. Valdría la pena preguntarnos por el tipo de empleo. Los datos del INEI indican que solo el 24.3% de personas en este grupo tiene empleos formales. Más aún, no se ha logrado siquiera alcanzar las cifras previas a la pandemia pues, el empleo formal a 2022 se encuentra a tres puntos porcentuales por debajo de 2019 (pre-pandemia). 

Entre las datos más saltantes sobre la realidad particular del talento sénior en el Perú, tenemos los siguientes:

Las cifras de los reportes oficiales del INEI nos indican que el talento sénior en el Perú ha ido creciendo sostenidamente en la última década. En efecto, las personas de 45 años a más (donde se ubican los Baby boomers y Veteranos, grupo al que denominaremos el talento sénior) representan el 36.7% de la población ocupada en el Perú. Es importante ver cómo ha evolucionado históricamente este indicador. Al día de hoy, respecto al 2014 (referencia más antigua del INEI en el reporte analizado), la población ocupada se está volviendo mayor. En el caso de las personas de 45 años a más, se registra un incremento acumulado de 25.8% (cifra bastante superior al crecimiento de los otros rangos etarios). 

La pandemia del COVID-19 afectó a la población sénior ocupada e incrementó la tasa de desempleo de este segmento. No obstante, en 2022, en números absolutos nos estamos acercando a los niveles de empleabilidad pre-pandemia. Así, mientras que a finales de  2019 estaban empleados 6.37 millones de personas en el rango sénior, a finales de 2020 -el año más crítico de la pandemia- está cifra bajó a 5.91 millones (una reducción del 7.2%). Para 2021, la cifra se recupera a niveles de 6.35 millones de personas, para alcanzar en 2022 los 6.66 millones (4.5% por encima de 2019). Esto no sucede con el grupo más joven (de 14 a 24 años), donde se afecta el nivel de ocupación con una reducción del 3.8% (comparando 2022 con 2019) o, al grupo intermedio (de 25 a 44 años) que se mantiene bastante estable con una variación de 1.6%. Ahora bien, en cuanto a la tasa de desempleo del talento sénior, si bien en 2020 tuvo un pico de 3.6%, este ratio viene descendiendo en los dos siguientes años, alcanzando a finales de 2022 el 2.3% (aún 0.7 puntos por encima de 2019).

Es importante, sin embargo, analizar la calidad del empleo de este grupo etáreo donde, en el caso del empleo en zonas urbanas -mayoritario en el país- el 69.9% de las personas trabajan en el sector informal, sin beneficios sociales o desempeñando funciones en unidades productivas no registradas. En consecuencia, solo el 30.4% de la población ocupada a nivel urbano, con 45 a más años, goza de un empleo formal.

En este sentido, si analizamos las tendencias anuales de los tres grupos etáreos (talento joven de 14 a 24 años, talento intermedio de 25 a 44 años y talento sénior de 45 años a más),  es en el talento sénior donde se concentran los efectos menos positivos pues, en el último año, el talento sénior experimentó el mayor incremento relativo en cuanto a número de personas en empleos informales y el menor incremento en empleos formales. Es así que, si comparamos 2022 con 2021, la población ocupada a nivel urbano en empleos formales, con una edad de 45 años o más, creció en 8.3%; mientras que el grupo de 22 a 44 años creció en 9.5% y la población laboral más jóven en 15%. En el caso de los trabajadores en el sector informal, el grupo de 45 años a más se incrementó en 9.8%, mientras que el grupo de 25 a 44 años lo hizo únicamente en 3.3% y, paralelamente, la población laboral más joven en el sector informal disminuyó en 1.2%.

En cuanto a sus niveles remunerativos, a 2022, aún no se logra recuperar siquiera el nivel de ingresos pre-pandemia. En efecto, el ingreso promedio mensual nacional del talento sénior a finales de 2022 fue de 1,627.1 soles. Esta cifra fue cayendo entre 2019 y 2021, sin embargo, para 2022, empieza a recuperarse, aunque sin llegar a alcanzar los niveles remunerativos de 2019 (el nivel remunerativo de 2022 es aún 1.7% menos que el de 2019). Como podría suponerse, el nivel remunerativo se registra menor en el segmento más joven y es el más alto de los tres grupos en el segmento de 25 a 44 años.

LA SITUACIÓN DEL ADULTO MAYOR EN EL CASO PERUANO

En el Perú, se registra un incremento de la longevidad de las personas. Es así que, dentro  del segmento sénior, se encuentra el sub-segmento de los adultos mayores en el cual, según las convenciones utilizadas por las Naciones Unidas, se ubican las personas mayores de 60 años. La población adulta mayor a 2022 representa el 13.3% de la población total y, de este grupo poblacional, el 57.1% es parte de la PEA (INEI, 2022b)). En el caso peruano, se proyecta que este grupo poblacional alcanzará los 8.7 millones de personas para 2050 (INEI, 2018).

Para hacer referencia a la realidad del segmento de mayor edad en el país, Blouin (2018, p. 10) describe su situación citando a autores que afirman que “al envejecimiento se le debe entender como un proceso, pero no solo como un proceso lineal en el interior del ciclo vital, sino también con matices a nivel social y a nivel individual”. En ese sentido, “envejecer es una experiencia heterogénea, ya que, existen múltiples factores que la determinan, entre ellos la clase social, nivel educativo, cultura, género o salud”.

En el caso peruano, en 2002 se aprobó el primer Plan Nacional para las Personas Adultas Mayores 2002-2006. El último plan corresponde al periodo 2013-2017. En él se concluye que la población adulta mayor experimenta falta de acceso a servicios de salud, a la educación y a los servicios de pensión, así como bajos niveles de participación social y violencia y discriminación por motivos de edad. Es por ello que este plan trabaja en cuatro ejes: envejecimiento saludable; empleo, previsión y seguridad social; participación e integración social y, educación, conciencia y cultura sobre el envejecimiento y la vejez (Blouin, 2018). 

Ahora bien, para dar continuidad a las iniciativas en apoyo de los adultos mayores en el Perú, el 20 de julio de 2016 se promulga la nueva Ley 30490 de las Personas Adultas Mayores (PAM), que define a este grupo como personas de 60 años a más. El reglamento de esta ley se aprueba en julio 2021 (Decreto Supremo 024-2021-MIMP, 2021). Ambas normas fueron actualizadas en 2022. Esta ley busca atender la promoción y protección de los derechos de las personas adultas mayores; velar por su seguridad física, económica y social; promover la protección de la persona adulta mayor por parte de la familia y la comunidad y, desarrollar acciones para la atención de la salud de este grupo poblacional.

En ese sentido, reconoce los derechos a una vida digna y plena, independiente, autónoma y saludable. Promueve la no discriminación por razones de edad, así como la igualdad de oportunidades. En el campo de atención a este grupo, busca asegurar la atención integral e integrada en el ámbito de la protección familiar y social, con especial énfasis en procurar su vida en familia y su envejecimiento en el hogar y en comunidad.  Así también, busca asegurar una existencia sin violencia, el acceso a programas de educación y capacitación, así como su participación activa en la esferas social, laboral, económica, cultural y política del país. Demanda una atención preferente en todos los servicios ofrecidos en establecimientos públicos y privados, facilitándoles información adecuada y oportuna para los trámites que deban realizar. Enfatiza en que se les asignen labores o tareas acordes con su capacidad física e intelectual y el cuidado de ser informados adecuadamente para ejercer su libertad de decisión. En el plano de la salud, exige que esta población reciba una atención de calidad y, en el caso de que se encuentren privados de su libertad, se acceda a condiciones apropiadas de reclusión y acceso a la justicia.

Este marco jurídico define los Centros Integrales de Atención al Adulto Mayor, de responsabilidad de los gobiernos locales. Entre los principales lineamientos que promueve el Estado, se encuentran especificaciones en materia previsional, de seguridad social y empleo. En materia de educación promueve el acceso a educación de calidad en programas específicos, así como la inclusión de temas sobre envejecimiento y vejez en los planes de estudios de la educación básica y superior, para sensibilizar a la población sobre la problemática de este grupo. La ley también señala la necesidad de diseñar programas específicos para que los adultos mayores participen en actividades de turismo, cultura, recreación y deporte. Sobre los entornos, define la preocupación por el desarrollo de entornos físicos inclusivos, seguros, accesibles, funcionales y adaptables a sus necesidades específicas y la protección de subgrupos especialmente vulnerables debido a la pobreza o pobreza extrema, a una situación específica de fragilidad o dependencia o al ser víctima de cualquier tipo de violencia. Otros aspectos que desarrolla se refieren a la atención preferente, a la promoción de espacios para las intervenciones intergeneracionales y al reconocimiento público del envejecimiento. 

Ahora bien, para analizar el efecto de estas iniciativas podemos resumir algunos indicadores claves. Si nos referimos al envejecimiento de la población mayor en forma saludable, el reporte técnico de INEI (2022b) indica que en el 25.3% de los hogares integrados por adultos mayores existe al menos una persona de 60 años o más con déficit calórico. Además, el 85.2% de la población adulta mayor femenina presenta algún problema de salud crónico (artritis, hipertensión, asma, reumatismo, diabetes, TBC, VIH, colesterol,entre otros). Esta proporción en los hombres se registra en 74.4% de este grupo etáreo. Es importante destacar que la mayoría de las personas (72.7%) de 60 años a más con algún tipo de problema de salud, en 2018, no asistió a un establecimiento para atenderse, en ocasiones por lejanía, falta de confianza o demora en la atención (INEI, 2018). Según datos recogidos por el INEI, a 2022, 50.5% de los adultos mayores accede solo al Sistema Integral de Salud (SIS) y el 34.5% solo a EsSalud, mientras que 4.6% accede a algún otro seguro (se observa en el último año una mayor afluencia al SIS y menor a EsSalud). 

En cuanto a los programas sociales existentes en el país, destaca Pensión 65. Para poder acceder a este programa social, las personas, además de tener 65 o más años, deben estar en condición de extrema pobreza y aparecer en un padrón de adherentes del Ministerio de Salud. Únicamente el 17.5% de jefes de hogar adultos mayores participa en este programa. Si analizamos el nivel de afiliación al sistema de pensiones, encontramos que el 66.5% de la población de adultos mayores en el Perú, a 2022, no cuenta con un sistema de pensiones (cabe anotar que la proporción de afiliados adultos mayores viene bajando en los últimos años). Entre los adultos mayores hombres la proporción que participa en el sistema de pensiones es de 42.4%, mientras que en el caso de las mujeres es de 25.5%.

En lo referente a la discapacidad de los adultos mayores, siempre en referencia al 2022, las cifras muestran que el 41.6% de esta población padece alguna discapacidad, con mayor proporción de mujeres sobre hombres. En cuanto a las principales dificultades registradas en este segmento se encuentra la dificultad para usar brazos y piernas, para ver, para oír y para entender o aprender.

Finalmente, en materia de educación, el reporte indica que el 13.0% de la población adulta mayor no cuenta con un nivel educativo o solo tiene un nivel inicial. Más aún, el 15.5% de la población adulta mayor es analfabeta (esta situación es más elevada en mujeres que en hombres). El 37.8% declara haber recibido educación primaria; el 29.6% secundaria; el 19.6% nivel superior. En este caso, la proporción de mujeres sin ninguna formación es del 20.9% del total de mujeres de este rango de edad, mientras que en el caso de los hombres esta proporción es de 4.4%. Es pertinente indicar que el 26.1% del total de hogares del país declaró tener como jefe o jefa del hogar a una persona adulta mayor y, si bien la mayoría de la población adulta mayor se concentra en Lima, es en las zonas rurales donde vive la mayor proporción de población adulta mayor.   

INICIATIVAS EN LA GESTIÓN DEL TALENTO SÉNIOR

¿Qué se está haciendo a nivel de los gobiernos en relación con la fuerza laboral sénior?

Un estudio pionero sobre las prácticas a nivel público en torno a la contratación de talento sénior (grupo poblacional definido, en este caso, como aquellos de 55 o más años de edad)  en 9 países europeos, es el que llevó a cabo en 2019 el Observatorio de Demografía y Diversidad Generacional de la Fundación IE (Puyol y otros, 2019). Los investigadores destacan la necesidad de construir nuevas estrategias sociales para atender la distribución demográfica actual y futura, con una preocupación genuina por buscar mayor bienestar para la población madura (Galdon y otros, 2021). Los hallazgos de este estudio pueden ser relevantes para otros países, como es el caso del Perú, en donde se evidencia la necesidad de promover programas de apoyo a estos grupos poblacionales. Debido a ello, detallaremos a continuación sus principales conclusiones:

  • En general, se trata de un grupo poblacional en crecimiento en todos los países estudiados. No obstante, el nivel de desempleo en este segmento poblacional no fue muy elevado. 
  • El autoempleo (emprendedorismo) se presenta como una opción creciente en este segmento de personas.
  • En el caso de los empleos dependientes, se mantiene una modalidad de contratación a tiempo completo aunque, en ciertos países, se observa una tendencia creciente al empleo a tiempo parcial. 
  • Un sector relevante para la ocupación de talento sénior es el de servicios, si bien se registra también un número importante de puestos en el sector comercial. En cuanto a servicios, destacan las ocupaciones en actividades profesionales, educación y salud.
  • Se observa una tendencia al desempeño de posiciones con mayores requerimientos intelectuales. 
  • En cuanto a la calidad del empleo, este atributo logra un estándar más alto en la población masculina.
  • En cuanto al nivel educativo de la población sénior, se observa una tendencia a acreditar estudios superiores.
  • En cuanto a la edad, se evidenciaron dos situaciones. Mientras que en algunos países el promedio de años de trabajo es alto; en otros, el promedio registrado es menor, dado los incentivos a la pre-jubilación o jubilación anticipada. 
  • No se encontraron grandes diferencias en cuanto a la aplicación de modalidades de contratación para talento sénior y para talento en general (no se evidenciaron preferencias o incentivos especiales para este rango etáreo). Si bien, en algunos países, se promueve la firma de convenios colectivos para favorecer la contratación de talento sénior.
  • En cuanto a la presencia de beneficios o reducciones a las aportaciones de la seguridad social, algunas prácticas identificadas están referidas a la reducción de las cuotas en función a la edad más avanzada del contratado.
  • En lo que se refiere a cuotas de trabajadores de distintos segmentos etáreos, no se halló evidencia de políticas al respecto.
  • Las ventajas fiscales observadas en algunos países para promover la contratación de talento joven no se aplican al grupo sénior.
  • La tendencia a desarrollar programas de formación para mejorar las competencias del grupo sénior (conocidas como programas de “reskilling”) no obedecen a exigencias del marco normativo sino, más bien, a la iniciativa voluntaria de las organizaciones.
  • Las prácticas de seguridad y salud en el trabajo no muestran tratos diferenciales por rangos de edad.
  • En cuanto a políticas de protección contra el despido, en general, se aplican regímenes comunes sin distinción de edad, considerando que la implementación de despidos por edad es considerada una práctica no aceptada y discriminatoria. En todo caso, lo que sí se observa en algún país es la definición de mayores indemnizaciones por despido arbitrario a medida que la edad del trabajador es más alta, así también al considerar la antigüedad de la persona en la organización. En todo caso, se practica la exigencia de un pre-aviso de despido con mayor anticipación, al tratarse del grupo de trabajadores de mayor edad. Finalmente, en algunos casos, en cuanto a los despidos colectivos, se hace explícita la prioridad de no considerar a los sénior o utilizar criterios lineales por rango etáreo para evitar la concentración específica en este grupo.
  • En el tema de la jubilación, en la mayoría de los países europeos existe normatividad que regula la edad de la jubilación obligatoria. En el caso de la jubilación anticipada, en países como España, el sistema ha sido más flexible que en otras naciones.

¿Qué están haciendo las empresas para promover el talento sénior?

En el Perú este tema no está regulado y solo algunas organizaciones locales se ocupan de promover iniciativas específicas. Sin embargo, tomando las experiencias de otros países en donde las organizaciones asumen como parte de su responsabilidad corporativa atender las necesidades de este grupo humano, como expresión de la voluntad de no trasladar a la sociedad una problemática importante para la sociedad y de reinventar las etapas maduras con una acción efectiva por parte de la comunidad y las empresas (Galdón y otros, 2021), podemos señalar algunas iniciativas (Martínez, 2022; Puyol y otros, 2019): 

  • Programas de prevención en salud: se quiere que el talento sénior sea productivo; por ello, se diseñan programas de prevención en salud para que los trabajadores sénior  estén en el mejor estado fisico y mental posible. Esto, con miras a que su potencial de aporte a la sociedad sea más amplio y que su productividad se mantenga. Es probable que, en el futuro, el ciclo laboral no acabe a la edad actual de jubilación. Será entonces necesaria una reinvención personal y organizacional que hay que trabajar, para facilitar una “segunda carrera laboral” con matices distintos.
  • Organización del trabajo: referida a los aspectos físicos o materiales y  a la administración del trabajo. Por ejemplo, se trata de pensar en cómo se adapta nuestra infraestructura y nuestra tecnología,  de manera que sea amigable para el colaborador sénior. También el manejo del tiempo, horarios de trabajo, tipos de contrato, intensidad de la carga laboral, nuevas funciones, etc.
  • Programas de preparación psicológica, financiera y social, conforme las personas van pasando a etapas más cercanas al retiro. En países donde se conoce que la pensión pública será muy baja, las organizaciones generan programas de ahorro para que, muchos años antes, los individuos vayan haciendo una contribución privada que haga que la brecha entre su última remuneración y su pensión estimada no sea tan grande. Este tipo de programas se complementa con los fondos privados de pensiones.
  • Programas de reskilling, orientados a mantener a este grupo sénior actualizado en técnicas y conocimientos propios de su labor y a promover la competitividad de este segmento.
  • Trabajo de las modalidades de contratación: con la consideración de horarios y dedicaciones al trabajo (tiempo completo versus tiempo parcial), nuevos roles como los de asesoría o mentoría, encargos por proyectos, fomento del emprendimiento y autoempleo, entre otras iniciativas que las compañías pueden desarrollar para estos grupos de colaboradores. En este sentido, se promueven acuerdos individuales o colectivos para flexibilizar la relación con el empleador.
  • Políticas de beneficios sociales, que incluyen planes de pensiones privados para reducir la brecha entre la última remuneración y el monto de la pensión pública.
  • Campañas de sensibilización sobre las aportaciones potenciales del talento sénior y reforzamiento de una cultura de integración que promueva la formación intergeneracional y acciones que faciliten la complementación de capacidades entre segmentos etáreos diversos.
  • Políticas de reestructuración de plantillas que contemplen, en caso de ser necesarios, recortes lineales y considerando diversas variables más allá del tema de edad.

Es necesario difundir las cifras que definen el perfil de nuestro grupo poblacional sénior para comprender las dificultades que gran parte de esta población experimenta en la búsqueda de una vida con bienestar en el Perú. Más aún, si tenemos en cuenta que la esperanza de vida se alarga y que este grupo humano seguirá creciendo en los próximos años, resulta prioritario no solo mejorar los servicios públicos que velen por sus derechos sino, además, desde el sector privado, tomar protagonismo para generar oportunidades que permitan que sigan siendo una fuerza laboral activa y productiva. Se trata, por lo tanto, de trabajar en el diseño de iniciativas que aprovechen el enorme talento acumulado en esta fuerza laboral. Se trata de generar oportunidades de empleo y de emprendimiento que capitalicen el valor de los espacios intergeneracionales para beneficio de las organizaciones donde trabajan y que reconozcan como un activo organizacional valioso ese talento. Para la sociedad peruana en su conjunto, se trata de dignificar la vida de los ciudadanos en todas sus etapas y de comprender que no seremos una sociedad desarrollada si no logramos esta meta.

Referencias bibliográficas

¿Qué es la economía plateada?

Descubre qué es la economía plateada y cómo está cambiando el panorama económico actual aprovechando el potencial de los adultos mayores.

La economía plateada se refiere a la participación económica y el aprovechamiento del potencial de los adultos mayores en el mercado laboral y empresarial. También conocida como la economía de la tercera edad, se basa en reconocer el valor y la experiencia de las personas mayores de 50 años, quienes poseen conocimientos especializados, habilidades y poder adquisitivo. La economía plateada abarca diversos aspectos, desde la creación de empleo adaptado a esta población hasta la promoción del emprendimiento y la innovación dirigidos por adultos mayores. Esta tendencia busca romper con los estereotipos y prejuicios relacionados con la edad, reconociendo el potencial económico y social de los adultos 50+ en el panorama actual.

Oportunidades y desafíos de la economía plateada:

La economía plateada ha surgido como un fenómeno en crecimiento que busca aprovechar el potencial económico de los adultos de 50 años a más. Esta tendencia se basa en reconocer las habilidades, la experiencia y el poder adquisitivo de las personas mayores de 50 años, generando así nuevas oportunidades y enfrentando nuevos desafíos en el ámbito empresarial y social.

Innovación y emprendimiento en la economía plateada:

La economía plateada ha dado lugar a un aumento significativo de la innovación y el emprendimiento por parte de los adultos. Emprendedores de más de 50 años están demostrando que la experiencia acumulada a lo largo de los años puede ser la base sólida para crear y dirigir negocios exitosos.

La importancia de la inclusión:

Es importante destacar la importancia de la inclusión y la igualdad de oportunidades para los adultos mayores en el mercado laboral. Romper con los estereotipos y prejuicios relacionados con la edad es fundamental para permitir que los adultos de 50 años o más encuentren trabajo y desarrollen sus habilidades y capacidades.

El impacto socioeconómico de la economía plateada:

La economía plateada está generando un impacto socioeconómico significativo en diferentes sectores y comunidades. La creación de empleo, el impulso de la innovación y el fortalecimiento de la economía local son solo algunos de los beneficios que se derivan de esta tendencia en crecimiento.

Perspectivas internacionales de la economía plateada:La economía plateada no se limita a un país o región en particular, sino que es un fenómeno global. Diversos países han adoptado enfoques innovadores y exitosos para fomentar el crecimiento económico de los adultos de 50 años a más y aprovechar su potencial.



Preguntas y respuestas

¿Cuál es el objetivo de la economía plateada?

El objetivo es aprovechar el potencial económico y social de los adultos mayores, reconociendo su experiencia y habilidades, y generando nuevas oportunidades en el mercado laboral y empresarial.

¿Cuáles son los beneficios de la economía plateada?

Tiene diversos beneficios, como la creación de empleo adaptado a los adultos mayores, el impulso de la innovación y el emprendimiento, y el fortalecimiento de la economía local.

¿Cómo se pueden romper los estereotipos relacionados con la edad?

Para romper los estereotipos relacionados con la edad, es importante promover la inclusión y la igualdad de oportunidades en el mercado laboral, reconocer el valor y la experiencia de los adultos mayores, y fomentar la participación activa de esta población en el ámbito empresarial y social.


Conclusión

En conclusión, la economía plateada es una tendencia en crecimiento que busca aprovechar el potencial económico y social de los adultos mayores. Reconociendo su valor, experiencia y habilidades, se generan nuevas oportunidades en el mercado laboral y empresarial. Romper con los estereotipos y prejuicios relacionados con la edad es fundamental para permitir que los adultos de 50 años o más encuentren trabajo y contribuyan al desarrollo económico. La economía plateada tiene un impacto socioeconómico significativo y su influencia no se limita a un país o región en particular, sino que es un fenómeno global. A medida que más países adopten enfoques innovadores, la economía plateada continuará expandiéndose y transformando el panorama económico actual.

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